Su finalidad es llegar a la solución válida de un conflicto sin pasar por la coerción. Con ese objetivo, hemos desarrollado una serie de actividades que permiten mejorar en aspectos como la negociación, la mediación o la conciliación.
Por resolución de conflictos se entiende una situación en que las partes establecen unas relaciones, sin temor, que resultan aceptables para todos según sus preferencias individuales. Además estas relaciones deben reflejar un “perfecto conocimiento” que elimine el riesgo de que la violencia estructural convierta a una de las partes en “esclavos felices”. Cuando un conflicto queda resuelto, la situación se mantiene ya que las partes están satisfechas.
La resolución de problemas se ha definido como un enfoque no jerárquico, no directivo y que no hace juicios, que da lugar a un proceso de participación en el que todas las partes en un litigio determinan juntas en qué consiste éste, con ayuda de técnicas de apoyo, y llegan a su resolución, de modo que todas ellas se encuentren en una situación en la que puedan aprovechar al máximo la totalidad de sus valores. La finalidad de la resolución de conflictos es llegar a una solución válida de un conflicto sin pasar por la coerción.
Nuestro equipo ha desarrollado una serie de actividades mediante las cuales, quien las ejecute pueda mejorar en aspectos como la negociación, la mediación, la conciliación y el arbitraje.