Gracias a esta facultad, el niño resuelve problemas, extrae conclusiones y aprende de manera consciente de los hechos. Nuestras actividades trabajan el razonamiento y potencian también la concentración, imprescindible para la adquisición de nuevos conocimientos.
Se entiende por razonamiento a la facultad que permite resolver problemas, extraer conclusiones y aprender de manera consciente de los hechos, estableciendo conexiones causales y lógicas necesarias entre ellos. En sentido más restringido se puede hablar de diferentes tipos de razonamiento:
El razonamiento nos permite ampliar nuestros conocimientos sin tener que apelar a la experiencia. También sirve para justificar o aportar razones en favor de lo que conocemos o creemos conocer. En algunos casos, como en las matemáticas, el razonamiento nos permite demostrar lo que sabemos.
El término «razonamiento» es el punto de separación entre el instinto y el pensamiento, el instinto es la reacción de cualquier ser vivo. Por otro lado el razonar nos hace analizar, y desarrollar un criterio propio, el razonar es a su vez la separación entre un ser vivo y el hombre.
Para ejercitar el razonamiento lógico básico (matemático), nosotros hemos desarrollado una serie de tareas basadas en la identificación, la relación y, la operación que, a su vez, incluyen aspectos como los de observar, componer, reconocer, clasificar, comparar, seriar, ordenar, negar, transformar o, utilizar símbolos.
Dichos ejercicios, potencian también la concentración, ya que, ésta es un proceso que se realiza por medio del razonamiento y, consiste en centrar voluntariamente toda la atención sobre un objetivo, objeto o actividad que se esté realizando o pensando en realizar en ese momento, dejando de lado toda la serie de hechos u otros objetos que puedan ser capaces de interferir en su consecución o en su atención.
La concentración es especialmente importante para el proceso de aprendizaje. De ahí que se intente por todos los medios potenciar esta capacidad que es imprescindible para la adquisición de nuevos conocimientos.
La práctica de tareas como las que presentamos, representa un importante soporte a las funciones ejecutivas de anticipación, establecimiento de metas, diseño de planes, flexibilidad, organización y jerarquización o, autorreflexión.