A través de un complejo sistema formado por secuencias sonoras y signos gráficos, el niño puede expresar sus experiencias y comunicarlas a los demás. En este apartado, ponemos el énfasis en la dimensión estructural del lenguaje: códigos, medio y patrones utilizados.
Existe más de una definición sobre qué es el lenguaje humano, dependiendo de cada autor en cada época y en cada circunstancia. Sin embargo, nadie negaría que, por lenguaje entendemos un sistema de códigos con cuya ayuda se designan los objetos del mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos.
Un lenguaje es un sistema de comunicación estructurado para el que existe un contexto de uso y ciertos principios combinatorios formales. Existen contextos tanto naturales como artificiales.
Desde un punto de vista más amplio, el lenguaje indica una característica común al hombre y a los animales, para expresar sus experiencias y comunicarlas a otros mediante el uso de símbolos, señales y sonidos registrados por los órganos de los sentidos. El ser humano emplea un lenguaje complejo que expresa con secuencias sonoras y signos gráficos.
El lenguaje puede ser estudiado según cuatro dimensiones o aspectos diferentes que definen características propias de su naturaleza:
Formal o estructural: se refiere a la complejidad combinatoria de los códigos usados, el medio usado para el mismo y los patrones en los que se basa la comunicación mediante dicho lenguaje. La dimensión estructural a su vez puede ser dividida en forma, contenido y uso:
– Forma: estudiada en sus diferentes aspectos por la fonología, morfología y sintaxis. La primera comprende la forma material de las señales, la segunda las propiedades de formación de señales complejas y la tercera las propiedades combinatorias.
– Contenido: estudiado por la semántica, que consiste en la codificación y decodificación de los contenidos semánticos en las estructuras lingüísticas.
– Uso: estudiado en la pragmática, que define como la situación de uso tiene importancia tanto para las formas usadas como la interpretación del contenido.
Funcional: se refiere a la intencionalidad con la que se usa, qué ventajas aporta y para qué casos se usa, con qué funciones y en qué contextos.
Comportamental: se refiere a todos al comportamiento exhibido por el emisor y los receptores del código, y a las conductas desencadentes del uso y desencadanas por el uso del lenguaje.
Representativa: se refiere a la intencionalidad del emisor de exponer una información sin intención de dar una valoración o provocar una reacción en el receptor.
En este apartado, nosotros hemos puesto el énfasis en la dimensión más estructural del lenguaje, dejando el resto para ser trabajado en otros apartados como los de, gestión emocional, habilidades sociales y competencia comunicativa o, resolución de conflictos, pertenecientes a un bloque distinto de actividades.