Las dificultades de aprendizaje han sido estudiadas desde múltiples perspectivas y han generado marcos conceptuales y modelos explicativos diversos. Sin olvidarnos de ninguno de ellos, hemos creado una serie de recursos didácticos con los que intentar paliar algunas de sus manifestaciones y, mejorar el rendimiento académico.
Conscientes de la preocupación que genera un considerable número de alumnos que, con o sin dificultades diagnosticadas, no alcanzan un mínimo rendimiento indispensable en sus aprendizajes, intentamos con nuestro trabajo, ofrecer a maestros y familias, una serie de recursos específicos por áreas, para complementar la actuación educativa ante las dificultades de aprendizaje de los más jóvenes.
Aquellos niños y adolescentes que tienen una pauta desigual en su desarrollo y/o muestran un rendimiento escolar insatisfactorio, pueden encontrar entre nuestras propuestas, diversas estrategias desde las que abordar aquellas dificultades a las que se enfrentan a menudo.
Así pues, ante unos resultados académicos inferiores a los que cabría esperar por su edad, un procesamiento de la información inadecuada, lenta y errática, o la utilización de estrategias de pensamiento inadecuadas, el acceso a una serie de actividades cuya ejecución permita visualizar un progreso positivo tras su práctica, es fundamental.
Creemos que todo soporte que ayude en la superación de las dificultades de aprendizaje, se alimenta de la investigación de muchos profesionales como nosotros, de la mejora cualitativa de la educación, de la formación y el compromiso educativo de padres y profesores, así como de una generalizada preocupación social por disponer de las herramientas necesarias y los apoyos suficientes, para franquear aquellas barreras que puedan encontrar nuestros menores a lo largo de su desarrollo.
De hecho, que el alumno pueda aprender, no solamente depende de él, sino del tipo de ayudas que se le faciliten y del ajuste de las mismas al nivel que presenta en cada tarea propuesta. Si éste es adecuado al sujeto, habrá aprendizaje y progreso, cualquiera que sea el nivel de partida.
Algunos de los principios por los que nos hemos regido, hacen referencia a la elaboración de un programa de refuerzo comprensivo, adaptado al tipo de dificultades reales que va presentando el usuario, a la selección de actividades significativamente productivas en función del grado de maduración del sujeto y, de su propio estilo de aprendizaje.
Además, se pretende controlar la evolución de los aprendizajes, intentando que el alumno cometa el menor número posible de errores, tanto en las estrategias como en las ejecuciones, administrando refuerzos positivos siempre que sea posible y combinando metodologías lúdicas variadas.
Hemos considerado indispensable llevar a cabo ejercicios sencillos, graduados en dificultad y apoyados en materiales variados y atractivos, teniendo en cuenta la edad del sujeto y el nivel de profundidad del problema, facilitando tutorizaciones y actividades diferentes para la consecución de un mismo fin: mejorar el desarrollo del aprendizaje, utilizando apoyos audiovisuales y manipulativos.
Algunas de las estrategias utilizadas, se centran en funciones superiores, funciones ejecutivas, incluso en gestión emocional, competencia comunicativa y resolución de conflictos. Utilizamos procedimientos para ayudar a definir los rasgos principales de un problema, para la adquisición de conocimientos, para la elaboración de posibles soluciones y sus consecuencias, procedimientos para su generalización y asociación con otros, procedimientos de comunicación, de dirección o evaluación, entre otros que a su vez, colaboran en la mejora del autoconcepto y la autoestima de los niños y adolescentes que los utilizan.